MI OPINIÓN PERSONAL

Me gusta meditar sobre la condición innata del Dominante.

El Dominante es por derecho Dueño y Señor de todo o por el contrario no es más que una sensación propia ?

Que decir ante esta pregunta, en este mundo encontramos de todo Dominantes que se creen poseedores de todo cuanto ven, dándose de bruces en muchas ocasiones por su comportamiento, ya que no todo es posesión de uno. En mi humilde opinión un Dominante ha de ganarse lo que quiere poseer, con su actitud ya que todo se basa en una confianza y respeto mutuo, si dije respeto porque al sumiso/a se le respeta, no por su condición si no porque ante todo es una persona. Lejos de la opinión de muchos Dominantes la mía es que un sumiso/a no es un/a esclavo/a, para mi los esclavos quedaron en tiempos ya pasados, un/a sumiso/a es una persona que te entrega todo su ser, que confía en ti plenamente, que jamás cuestionara una decisión tuya aunque no le parezca correcta y al que ante todo has de defender y cuidar.

Que obligaciones para con nuestros sumisos/as debemos asumir nosotros los Dominantes?

Lo primero que tenemos que hacer es saber proporcionar una buena educación a nuestro/a sumiso/a, dándole unas reglas sencillas y concisas que pueda seguir, hay que poner en conocimiento suyo cuales son nuestros gustos en todo, como nos gusta que se realicen las tareas, en que forma deseamos sea su actitud ante nosotros y ante el mundo para así de esta forma educarlo/a de acuerdo a nuestras necesidades. De esta manera nuestro/a sumiso/a tiene la obligación de cumplir nuestras peticiones de acuerdo a nuestros gustos, siendo castigados en el caso de no hacerlo como se les pide.

Los castigos infringidos por los Dominantes cuan de duros deben de ser?

Para mi cada castigo puesto a un/a sumiso/a tiene que ser acorde a su falta y en el momento que sucede, no vale de mucho castigar transcurrido un tiempo puesto que la falta si es mínima se olvida. No todo castigo tiene que ser reforzado con agresividad física, solo cuando la falta sea tal que lo merezca. Creo que la privacidad de algo que el sumiso/a desee es más efectivo que la violencia.